Atravesar su puerta es como entrar en una máquina del tiempo que lo llevará a un bistrot francés de los años 60’. Ambiente, decoración y música hacen que uno se sienta en otro país, lo que también entrega un entorno romántico. La comida es también formidable. Tiene uno de los mejores Beef bourguignon de la ciudad. La Soupe al’oignon (sopa de cebolla) es otra estrella. Y si a eso le agregamos un Lenguado en Salsa de Jaivas y un reserva de la carta de vinos, entonces estamos en presencia de una noche magnifique.
Fuente: Emol Restaurantes
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