Este restaurante es especial para aquellas personas con hambre. Tiene una carta especializada en carnes, donde conviene ir en familia, porque son tan abundantes que alcanza para todos. Para empezar, una Provoleta al orégano ($2.990). Nunca falla. Y de fondo depende, si va en pareja, puede ser un Bife a lo pobre ($9.690), si va con un grupo grande puede ser una Parrillada especial o de interiores ($22.990). Y para quienes no quieren carne, pueden elegir un Pollo al pil-pil ($4.990) o un Salmón con alcaparra ($5.990). No va a salir con hambre.