Este salón de té abierto en 1946 es uno de los más antiguos de Santiago y aún se mantiene, desde esos años, en la misma ubicación con las mismas tradiciones y también ha conservado las mismas recetas. Villa Real es una parada obligatoria para los días lluviosos. ¿Por qué? Ningún chileno se puede resistir a una sopaipilla en un día invernal, sobre todo si está hecha en este local que las continúan preparando con la receta original. Hechas con harto zapallo, desde marzo los clientes preguntan por ellas pero no es hasta mayo que están disponibles y en septiembre se termina su temporada. Se pueden pedir pasadas en su versión con chancaca, clavos de olor, canela, cáscara de limón y de naranja o en su versión sin pasar.
Como es un lugar muy concurrido, la recomendación es llamar antes y reservar las sopaipillas por teléfono o si quiere comer en el local, con mayor razón hay que reservar. Atentos en junio que agregarán a su carta waffles con mermelada, manjar o miel.
Fuente: Emol Restaurantes
Nota: Esta información fue validada al momento de su publicación, pero puede cambiar sin aviso previo. Por favor confirme precios y detalles con el restaurante antes de organizar su salida.